En Reino Unido, la contaminación del aire se ha convertido en una de las principales preocupaciones, por lo que cada vez son más los que exigen su regulación a través de la redacción de una nueva Ley de Aire Limpio.
La preocupación por la calidad del aire se ha visto respaldada por pruebas científicas, a raíz de una publicación de la asociación de médicos británica, donde se establecía una relación directa entre la contaminación y un gran número de problemas de salud. Every breath we take: The lifelong impact of air pollution del Royal College of Physicians señala que tanto las sustancias contaminantes del interior como del exterior son las causantes de muchos problemas de salud, que incluyen cáncer, asma, apoplejía, problemas cardiovasculares, diabetes, obesidad y cambios asociados a la demencia.
Mientras en Reino Unido se está dando mucha importancia a la reducción de la contaminación de los vehículos diésel, una de las conclusiones más importantes de este informe radica en la necesidad de ‘mejorar nuestra comprensión de los factores de riesgo y los efectos que puede tener la baja calidad del aire que respiramos en nuestras casas, escuelas y lugares de trabajo.’ El informe también apunta que es esencial llevar a cabo una medición más precisa de la Calidad del Aire Interior.
Por otro lado, el informe también establece que:
“además de los factores contaminantes más conocidos como la exposición al humo de tabaco ajeno, también existen otras sustancias que pueden llegar a ser muy dañinas, como el NO2 procedente del gas para cocinar, los disolventes que lentamente van emanando de plásticos, pinturas y muebles, o, paradójicamente, los ambientadores, que pueden causar una reacción química que genere partículas contaminantes.”
Afortunadamente, hoy en día contamos con diferentes tecnologías en el sector de la ventilación, como la MVHR (Ventilación mecánica con recuperación de calor), o la Ventilación de Entrada positiva. Estas técnicas favorecen las entradas de aire saludable, puesto que se encargan de filtrar todas las partículas contaminantes, al tiempo que desempeñan otra función clave para la calidad del aire: previenen la acumulación de condensación, causante de la creación de esporas de moho, tan dañinas para nuestros pulmones.
Además, las empresas líderes en el sector de la climatización son partidarias de la idea de que los edificios pueden constituir una defensa necesaria contra la contaminación que se encuentra en la atmósfera. En sus propias palabras: "cierran la puerta a la contaminación". En este contexto, la antigua técnica de abrir la ventana para ventilar dejaría de ser adecuada, puesto que solo serviría para dejar entrar la contaminación al edificio.
‘Por esta razón, la Asociación de Servicios de Ingeniería del Edificio afirma que la clave está en construir edificios con un revestimiento hermético y un sistema de filtración en las entradas de aire, lo que permitiría reducir la entrada de partículas nocivas en un 78 %. ‘
Mientras los activistas en el Reino Unido siguen reclamando una nueva legislación para reducir la contaminación atmosférica, las empresas de climatización también exigen la implantación de normativas mejoradas que regulen la calidad del aire en edificios y obliguen al uso de ventilación mecánica.
Por otro lado, también existen evidencias científicas que demuestran que una adecuada calidad del aire en oficinas estimula la creatividad de los empleados. Un estudio llevado a cabo el pasado año por tres universidades - Harvard’s TH Chan School of Public Health, State University of New York’s Upstate Medical University y Syracuse University - concluyó que la mejora en la calidad del aire interior tenía un impacto positivo en la función cognitiva.
Este estudio descubrió que el rendimiento a nivel cognitivo de los empleados mejoraba en un 101 % en edificios ecológicos con sistemas de ventilación más avanzados, en comparación con los que trabajaban en edificios convencionales.
Este estudio sugiere que
el ambiente de espacios cerrados puede tener un impacto muy importante en el rendimiento de los empleados, uno de los indicadores principales de la productividad de los trabajadores'
dice el Dr. Joseph Allen de TH Chan, investigador responsable del estudio.
Así pues, la implantación de sistemas de ventilación mecánica y de aire acondicionado dotados de filtros adecuados (además de los filtros convencionales, también se pueden adquirir filtros NOx anti-goteo, que protegen contra los efectos de la presencia de partículas contaminantes de diésel en el exterior) debe empezar a verse como una característica esencial para velar por la mejora de la calidad del aire, la salud y la productividad de los usuarios de edificios.