Los conductos de humos y revestimientos metálicos ofrecen la ventaja de una gran facilidad de instalación. Los elementos del conducto se encajan entre sí y se sostienen con una abrazadera de unión.
Los conductos de humos, aislados o no, permiten la evacuación del humo de todos los sistemas de calefacción.
El revestimiento de un conducto consiste en colocar un tubo metálico en el interior del conducto de la chimenea para que el humo no entre en contacto con las paredes de la misma. Existen dos tipos de revestimiento: rígido y flexible; son ideales para los conductos nuevos o para la renovación de conductos antiguos.
Para acertar en su elección, basta con comparar los productos. Sin embargo, cuando las prestaciones de los productos no están certificadas, esta tarea es imposible.
La certificación permite comparar con total objetividad
Confort térmico para viviendas