Los sistemas VRF se están convirtiendo en la tecnología de refrigeración más extendida en Reino Unido para aplicaciones en edificios comerciales.

Después de haber hablado con varios proveedores del sector, se hace patente que se ha vivido una mejora continua en términos de eficiencia en las áreas principales: tanto en lo referente a la facilidad de uso (que ha implicado una mejora en el diseño de la instalación y en el método de operación por parte del usuario), como en la flexibilidad, gracias a su compacidad y a la amplias opciones de combinación entre unidades. Todo ello está haciendo de los VRF la tecnología que todos los arquitectos y diseñadores de edificios eligen, tanto para proyectos de reforma como de obra nueva.

"Las mejoras en eficiencia, que implican una mejora en el rendimiento de ESEER y COP, han venido dadas por la innovación del producto en todas las áreas fundamentales del sistema: el compresor, el intercambiador de calor y el uso de refrigerantes y controles. Además, con la inminente introducción de refrigerantes más bajos en valores de GWP, surgidos a raíz de las regulaciones europeas de F-Gas, se espera que estos sistemas incrementen un punto más su eficiencia."

Mientras que un refrigerador común tiene un ESEER de aproximadamente 4 VRF, los sistemas actuales presentan un promedio superior a 6 y en algunos casos hasta de 7, según apuntan los expertos.

La simplicidad en el uso es otro factor que ha impulsado su popularidad. Por otro lado, no debería pasarse por alto que los sistemas VRF suelen ir acompañados de sus propios y sofisticados sistemas de gestión de edificios (BMS, por sus siglas en inglés), lo que hace que no se requiera el nivel de integración que hace falta para las instalaciones de refrigeradores. En palabras de un experto en la materia: "Representa mucho más trabajo el hacer que los refrigeradores funcionen correctamente con sistemas BMS independientes, y eso solo vale la pena en caso de que el sistema sea muy grande".

Los fabricantes del sector VRF se han ocupado de garantizar que la complejidad del sistema VRF no se traduzca en controles para su manejo demasiado complejos para el consumidor. Para evitarlo, han desarrollado sistemas de control a través de Apps y pantallas táctiles a fin de que el control del sistema sea tan simple como interactuar con un smartphone.

Los instaladores se sienten cada vez más atraídos por este tipo de simplicidad: la velocidad y los costes de instalación constituyen otra ventaja en comparación con los sistemas de refrigeración de aire o agua. Veamos la opinión al respecto de otro experto en la materia: "Los sistemas VRF pueden implementarse relativamente rápido, y solo requieren la instalación de líneas de refrigeración pequeñas y tuberías de condensado. No se requiere la instalación de plantas de tratamiento de aguas, presurización, filtración, ventilación u otras consideraciones que sí deben tenerse en cuenta con los refrigeradores".

La amplia oferta de combinaciones posibles sería otro factor clave que confiere a los VRF una flexibilidad única. Si, además, añadimos el hecho de que el equipo puede comprarse directamente desde stock, sin necesidad de comprarlo por encargo y a medida, como los refrigeradores, vemos cómo las ventajas no hacen más que aumentar. Además, la instalación de un VRF puede llevarse a cabo por etapas, lo que permite a los propietarios del edificio ahorrarse el elevado coste que supone la compra de un refrigerador.

Los sistemas híbridos están haciendo aumentar aún más el potencial de aplicación. La posibilidad de combinar un VRF con módulos hidrónicos permite al especificador disfrutar de los grandes beneficios de los sistemas de agua refrigerada en un aparato mucho más compacto, gracias a las unidades modulares VRF. Esta característica es extremadamente útil tanto para la instalación como para la facilidad de uso y de operación.

Pero aún hay más: los VRF no solo sirven para aplicaciones de refrigeración. La adición de cajas hídricas de bombas de calor a algunas gamas de VRF está permitiendo la aplicación de estos sistemas como tecnologías de calentamiento y refrigeración en sectores que tradicionalmente habían preferido la instalación de bombas de calor de fuente de aire comerciales, o de combinaciones de AC/calderas. Tampoco debemos olvidarnos de que los sistemas VRF pueden incluir opciones de recuperación de calor, lo que supone mayor eficiencia del sistema en beneficio de los propietarios de edificios.

Esto no significa, por supuesto, que estos sistemas sean la panacea para cualquier aplicación en Reino Unido, o que sean perfectos, puesto que algunos expertos todavía señalan que estos sistemas a veces se topan con dificultades a la hora de alcanzar el nivel de refrigeración o adecuado o conseguir una distribución del frío apropiada. Uno de ellos comenta: "No debemos perder de vista que la función básica de un Aire Acondicionado debe ser proveer confort al usuario, no ahorrar dinero o minimizar la cantidad de equipo requerida. A veces, proporcionan más confort al usuario los sistemas tradicionales de refrigeración y calefacción". Sin embargo, estos últimos requieren mayores demandas de instalación y especificación.

Lo que sí está claro es que los sistemas VRF se encuentran actualmente, cuanto menos, en fase de expansión.